Lo que más información nos aporta para conocer el autor de una pieza de plata son las marcas de platero. Estas marcas miden pocos milímetros, y se marcan estampando un punzón o sello en la pieza. Suelen estar acompañadas de las marcas de contraste, que sirven para certificar la Ley de la plata (actualmente, de 925/ººº).
Como esta página está dedicada a mi investigación, lo que reproduzco aquí son las marcas de platero de los Talleres de Arte en la época en la que estuvieron dirigidos por Félix Granda y Buylla. Las publiqué por primera vez en la edición de Estudios de Platería San Eloy 2016, y esa versión es la que he tenido colgada aquí durante mucho tiempo. Pero, durante mi investigación, he descubierto algunas cosas que han modificado un poco lo que sabíamos sobre ellas. Por tanto, la explicación e ilustraciones que veis ahora en esta página son las que figuran en mi tesis doctoral. ¡Ojo! He alterado el orden que di a algunas de las marcas en esa primera publicación. La que comparto aquí es la más reciente y, por tanto, más correcta.
Conocemos, en total, 7 marcas de platero utilizadas entre aproximadamente 1904 y 1956:
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Marca n.º 0
No hemos localizado piezas físicas en las que aparezca esta marca que, sin embargo, es la única que se observa en alguna de las fotografiadas en el libro catálogo de 1911 y en otras fotografías conservadas en el archivo de la empresa (AFXG), casi todas de forma modernista. En los negativos de dichas fotografías, se distinguen tres marcas independientes en forma de asterisco o estrella de seis puntas rehundida, dispuestas en triángulo, flanqueadas por dos marcas rectangulares que, a pesar de que ninguna de las imágenes las muestra con suficiente nitidez, se identifican claramente con las marcas de la Villa y Corte de Madrid, que incluyen cronología que, desafortunadamente, no se distingue.
Todo apunta a que se trate de la primera marca de platero utilizada por Félix Granda. Su uso debió finalizar en 1910, pues, aunque publicado en 1911, el libro catálogo hubo prepararse el año anterior. En sus últimas páginas se reproduce, además, la fotografía de la pieza más antigua que conocemos estampadas con el siguiente grupo de marcas, en concreto con la n.º 2; se trata del diploma dedicado a la reina Victoria Eugenia por el Cuerpo de Inválidos que se conserva en Patrimonio Nacional (PN), que le fue entregado en diciembre de 1910. En efecto, en el “Suplemento 1912” del libro catálogo ya no aparece esta marca n.º 0 y sí lo hacen bandejas con las del siguiente grupo que describimos.
Lo más probable es que se remonte, como máximo, a 1904, fecha en la que Granda se instala en el Hotel de las Rosas. Los tres asteriscos que componen la marca podrían representar las tres flores o rosas que se repiten como asunto en las marcas y emblemas de los Talleres de Arte.
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Marcas n.º 1, n.º 2 y n.º 3
Ninguna de estas marcas ha de ser anterior a 1910 ni posterior a 1917, pero su datación exacta dentro de estos márgenes es incierta, puesto que, además de ser un período muy corto de tiempo, las obras de platería de los Talleres de Arte anteriores a 1917 que han subsistido son muy escasas. Hemos podido examinar las tres marcas en piezas que se conservan a día de hoy. Asimismo, se conservan en la colección de patrimonio de TAG los punzones de las marcas n.º 1 y n.º 3, no así de la n.º 2.
La primera vez que encontramos documentada la marca n.º 2 es en diciembre de 1910, en un marco para un diploma de la reina Victoria Eugenia que se conserva en PN. Por ello, pensamos que quizá estas nuevas marcas se adoptaran a raíz de la publicación de la R. O. de 28 de septiembre de 1910.
Las marcas n.º 1 y 2 debieron emplearse simultáneamente, mientras que la n.º 3 puede ser ligeramente posterior. Las tres guardan grandes similitudes entre sí: son ovaladas, formando el contorno las palabras “hipodromo” y “madrid”, separadas en el centro por dos iniciales, que flanquean el emblema inscrito en cada una. Es en estos dos últimos elementos en los que todas difieren.
En la marca n.º 1, las letras dispuestas a los lados son “F” y “G”, iniciales de “Félix Granda”. Flanquean un crismón que ocupa el interior del óvalo. Las letras y símbolos aparecen rehundidos. Sus dimensiones son 6 x 4 mm. Suele aparecer entre dos marcas de ley: “LEY” y “916”.
La marca n.º 2 comparte con la anterior las iniciales “F” y “G”, los caracteres rehundidos y las dimensiones, pero en su motivo central se sustituye el crismón por un ramillete con tres flores.
El crismón y el ramillete son dos símbolos en los que Félix Granda sintetiza la esencia de la empresa en su doble vertiente artística, la religiosa y la civil. Las piezas en las que aparecen estampadas una y otra marca corroboran esta hipótesis, pues la n.º 2, la del ramillete, únicamente la encontramos en piezas civiles. De esta marca n.º 2 existen varios ejemplos en las fotografías de bandejas de plata que se conservan en el AFXG. Muchas de estas imágenes son imposibles de datar con exactitud, pero otra buena porción aparece en el Suplemento – 1912 que se publica como anexo al libro catálogo del año anterior. Además, conocemos tres en piezas en las que aparece estampada, que datan de 1910, 1911 y 1912.
Por su parte, conocemos al menos cuatro piezas que contienen la marca n.º 1, todas religiosas a excepción de una bandeja civil (ficha n.º 84), quizá marcada por error con ella. Las restantes son el sagrario del palacio episcopal de Astorga (c. 1913), un relicario de una colección privada y una placa o cubierta conmemorativa dedicada a santo Toribio de Mogrovejo, probablemente realizada hacia 1912.
La marca n.º 3, al contrario que las anteriores, presenta rehundido el fondo del óvalo, en el que resaltan los caracteres en relieve. En el centro se repite el símbolo del crismón, flanqueado esta vez por las iniciales “T” y “A”, de Talleres de Arte. Se repite como en los anteriores la inscripción “hipodromo / madrid” contorneando el interior del óvalo. Su tamaño es algo mayor que los anteriores. Sólo conocemos una pieza con esta marca, que es un copón de la parroquia de San Juan el Real de Oviedo, en cuya base está grabada la fecha 1915.
Esa es, por tanto, la única fecha que podemos atribuir con seguridad a esta marca. Se da, sin embargo, la circunstancia de que esta es la única pieza de platería, religiosa o civil, que conocemos entre 1913 y 1915, año en el que también encontramos de manera inequívoca el uso de la marca n.º 4. El momento preciso en el que comenzaron a utilizarse las marcas n.º 3 y 4 y si su uso se solapó, nos es, por tanto, desconocido. No obstante, pensamos que ambas están vinculadas a la constitución de la compañía como sociedad anónima, hecho acaecido el 14 de abril de 1913, y que por tanto no han de ser anteriores a esa fecha. A ello respondería la sustitución en las marcas de las iniciales “F / G” por las de “T / A”, correspondientes a la denominación de la recién fundada empresa.
Es plausible, por tanto, que las marcas n.º 1 y 2 se empleasen entre 1910 y 1913, y que la marca n.º 3 lo hiciera no antes de 1913 y, al menos, hasta 1915.
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Marcas n.º 4 y n.º 4-B
La marca n.º 4 es la que se encuentra con más frecuencia en las obras de Talleres de Arte anteriores a la Guerra Civil (1936-1939). Consiste en un cuadrado rehundido de esquinas redondeadas, de 4 x 3,4 mm, en cuyo interior aparece un tallo con dos hojas y un nudo del que nace un ramillete con tres flores, con botón y cinco pétalos; el tallo está flanqueado por las iniciales “T” y “A”. Suele estamparse entre dos marcas de ley, que pueden ser “LEY” y “916”, o bien la segunda repetida. Se ha encontrado también, sin marca de ley, en otros objetos de metal. Su punzón se conserva en la colección de patrimonio de la FXG y TAG.
La primera pieza que podemos datar de forma inequívoca en la que aparece es la placa conmemorativa dedicada por la ciudad de Laredo a su diputado en Cortes Luis María Aznar y Tutor, que le fue entregada en un homenaje el 12 de septiembre de 1915 (ficha n.º 364 del catálogo de mi tesis doctoral). Al igual que la marca n.º 3, pensamos que es posible que su diseño estuviera relacionado con la constitución de la empresa como sociedad anónima en 1913. Fue utilizada indistintamente en piezas religiosas y civiles, terminando así con el marcado diferenciado por el uso que hemos descrito en las anteriores. Coincidió con el período de mayor esplendor de la producción de los Talleres. Fue sustituida por la marca n.º 5, cuya aprobación se recibió en junio de 1937, si bien es poco probable que se utilizara entre esta fecha y el final de la Guerra Civil en abril de 1939.
La marca n.º 4-B es, una variante de la anterior de menor tamaño. Quizá estaba destinada a marcar objetos pequeños en los que resultara excesiva la otra, pero no es el caso de las dos únicas piezas en las que la hemos observado. Una de ellas es una pareja de candeleros y, la otra, una arqueta datada hacia 1921 (ficha n.º 226 de mi catálogo). Es un cuadrado un tanto irregular de fondo rehundido, esquinas redondeadas salvo la superior derecha, algo achaflanada, en cuyo interior aparece en relieve un tallo con dos hojas en la base, que se abre en la mitad superior en un ramillete de tres flores redondeadas como un capullo, con un punto rehundido hacia el centro de cada una. Mide aproximadamente 2,5 x 2,5 mm. Su punzón no se conserva.
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Marca n.º 5 y n.º 5-B
En el interior de un hexágono de fondo rehundido aparecen en relieve una “T” y una “A” superpuestas y estilizadas, en una tipografía que recuerda al art déco. En las piezas de plata, aparece junto a la marca de ley de estrella de cinco puntas.
El nuevo cambio de marcado es fruto de la adaptación al reglamento de metales preciosos formulado en el decreto de 29 de enero de 1934, pero ateniéndose a lo estipulado en su reforma de 29 de agosto de 1935, que permitía incluir en el hexágono un símbolo distintivo en lugar del número asignado al fabricante. No debió solicitarse de forma inmediata, pues un documento conservado en el AFXG constata que la nueva marca, que en el texto se denomina “punzón de fabricante”, fue aprobada por la Jefatura de Industria en junio de 1937, asignándose a los Talleres de Arte “el número 92 de fabricante de objetos en general”, e instándose a la producción de los punzones en el plazo de un mes. Como ya hemos señalado, aunque llegara a fabricarse el punzón, no es probable que se utilizara antes de abril de 1939.
La marca n.º 5-B se ha hallado únicamente en un elemento fundido de una custodia conservada en la colección de patrimonio de la FXG y TAG. Es idéntica a la anterior pero de tamaño mucho menor. Ninguno de estos dos punzones se conservan.
Aunque la legislación sobre marcado de metales preciosos no se modificó hasta 1988, fecha hasta la que muchos fabricantes mantuvieron la preceptiva marca inscrita en el hexágono, en el caso de los Talleres sufrirá al menos dos modificaciones más en ese período. La primera hubo de tener lugar entre 1956 y 1962 con motivo de la modificación del nombre social de la empresa, abandonándose con ella el uso de la marca n.º 5.
Cabe señalar que las piezas realizadas por los Talleres en los años de uso de todas las marcas anteriores las presentan estampadas corrientemente en más de un lugar, cumpliendo con las normas vigentes que indicaban que debían marcarse todos los elementos desmontables. Esta práctica se perderá en lo sucesivo.
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Marcas posteriores a 1956
Puesto que nuestra investigación abarcaba hasta el fallecimiento de Félix Granda en 1954, no hemos investigado exhaustivamente las marcas posteriores a dicha fecha, o, más concretamente, al cambio de denominación de la empresa en 1956, si bien parece conveniente describir de forma somera las cuatro que conocemos.
La más antigua de ellas es un rectángulo rehundido de esquinas redondeadas, de 4 x 3 mm, en el que se inscriben, en mayor bajorrelieve, las letras “T/AG”, iniciales de Talleres de Arte Granda, dispuestas piramidalmente, interponiéndose la “T” entre las otras. Utiliza una tipografía sencilla, sin remate o serifa. Ha de adoptarse con motivo del cambio de denominación de la empresa y es posterior, por tanto, a 1956.
Posteriormente, en fecha que desconocemos, se adopta otra marca que es, en realidad, una actualización de la anterior. Es un cuadrado rehundido de 4,5 mm de lado, en el que se inscriben, esta vez en relieve y con más espacio entre ellas, las letras “T/AG”, en tipografía con serifa. Esta marca fue utilizada hasta al menos 2003.
Sobre estas marcas, es preciso observar que ninguna cumplía con la norma de marcas establecida por la ley vigente, según la cual habían de ser hexagonales. Pensamos que lo más probable es que fuera fruto del desconocimiento de la norma por parte de quienes tomaran esta decisión en la empresa, pero también ilustra la falta de control por parte de la administración pública, pues estas marcas fueron utilizadas muchos años sin mayor contratiempo a pesar de no ajustarse a la ley.
Existe otra marca con la palabra “granda” en tipografía sin serifa, de 1 x 6 mm, que hemos observado en objetos de metal y objetos de plata remarcados, y cuyo uso parece remontarse también a 1956.
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Inscripciones y placas de autoría
En muchas piezas de los Talleres de Arte, tanto de metal noble como de bronce, pueden encontrarse inscripciones de autoría, normalmente grabadas a buril y por lo general en obras relevantes. La fórmula que suelen seguir estas inscripciones es la siguiente: “talleres de arte / hipódromo / director / félix granda”. A veces aparece abreviado el nombre de Félix Granda o suprimido el título de director. Otras, se prescinde de su nombre por completo y se graba simplemente “talleres de arte / hipódromo / madrid”. A menudo está acompañada de la fecha, que suele incluir mes y año, en formato de letra y numérico respectivamente. En las piezas en las que hay una fecha inscrita incluyendo día del mes, sin embargo, suele tratarse de una fecha conmemorativa, que no necesariamente ha de coincidir con la de fabricación.
En los sagrarios, al menos en los construidos a partir de 1939, aparece con frecuencia una placa de pequeñas dimensiones, rectangular con protuberancias semicirculares en los laterales, con la inscripción “Talleres de Arte / S. A. / Hipódromo – MADRID”. La placa es de latón y la inscripción incisa y esmaltada en verde, contorneada por una línea que sigue la forma de la chapa recortada. Existe otra chapa similar, con las letras y línea esmaltadas en negro, que incluye ya la denominación moderna tanto de la empresa como del antiguo paseo del Hipódromo: “Talleres de Arte GRANDA / S A / AGUSTIN BETHENCOURT 15 / Teléf. 330959 – MADRID”, que hubo de utilizarse entre 1956 y 1962.
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Números de encargo
Hacia 1921, las piezas de Talleres de Arte comenzaron a incluir un número de tres o cuatro cifras de molde estampadas en zonas ocultas a la vista, generalmente en su reverso o en su base. Son frecuentes en las piezas llamadas de orfebrería, es decir, tanto de plata como de bronce o latón, aunque también se ha observado en alguna talla de madera. Nunca las hemos hallado en obras destacadas, como custodias catedralicias o coronas, por lo que tal vez estaba reservado a piezas relativamente más corrientes.
Este número de encargo era colerrativo. Se trata de una herramienta muy útil para datar las piezas, y lo será cada vez más a medida que logremos completar las series que componía, de las que hemos identificado al menos tres.
Por el momento, hemos reunido un total de quinientos treinta y seis números de obra únicos. Las fechas extremas, al menos en los casos en los que hay constancia clara, son el 15 de marzo de 1921 y el 8 de diciembre de 1954.