«Bajo el microscopio: el tesoro de Oxus y el oro escita»

Hace unos meses, el British Museum publicaba en su espacio web Curator’s Corner (que vendría a ser algo así como el rincón del conservador) un artículo muy interesante sobre la investigación de las técnicas artísticas sobre metal a través de su estudio con el microscopio. Su autora es la científica Aude Mongiatti, quien se encargó de la investigación realizada para el desarrollo de la exposición Los Escitas: guerreros de la antigua Siberiacelebrada entre los meses del pasado noviembre y enero. Mongiatti realizó un estudio comparado «de las piezas del tesoro de Oxus y el estilo y técnicas del oro escita». No he visto ninguna traducción ni noticia de este artículo en castellano, por lo que os dejo aquí mi traducción; quizá resulta demasiado literal, pero quería alterar el texto lo menos posible. Por aquello del tema legal, quiero aclarar que ni el texto me pertenece, ni pretendo lucrarme con esta traducción, sino simplemente ponerlo al alcance de más investigadores y personas interesadas, a través de una traducción a nuestro idioma. Naturalmente, las fotografías están también extraídas del artículo y pertenecen al British Museum. Si lo preferís, que siempre será más recomendable, en este enlace encontraréis el artículo original en inglés.

Bajo el microscopio: el tesoro de Oxus y el oro escita

Como parte de la investigación en que se apoya la exposición Los Escitas: guerreros de la antigua Siberia, estudié ocho notables objetos de oro del tesoro de Oxus. Este tesoro consiste en 180 objetos de oro y plata datados entre c. 500-300 a. C. Muchos de los objetos de este tesoro pertenecen al que se ha llamado estilo de la Corte Aqueménida (la dinastía imperante en Persia desde c. 550-330 a. C.), pero unos pocos se asocian con el estilo del arte escita de la Siberia occidental. Estos incluyen un par de brazaletes rematados con bestias aladas de hocico largo, un anillo con un león alado, un penacho en forma de grifo, lo que parece un añadido para caja para arco con una cabeza de pájaro, y tres tondos. En los tondos se representan las cabezas de un demonio, un león, un jabalí y un íbice. También investigué un adorno para indumentaria de oro que está relacionado, que representa dos arqueros y que fue encontrado en el siglo XIX en un túmulo funerario escita, en la región del norte del mar Negro.

Imágenes por electrones retrodispersados de dos arqueros de un adorno de oro

Utilizando técnicas científicas no invasivas —fundamentalmente, microscopía óptica y microscopía óptica de barrido (SEM)— capturé imágenes ampliadas a pequeña y gran escala. Esto me permitió identificar y documentar características físicas, marcas de herramientas y texturas de la superficie, características del trabajo de los plateros al manufacturar y decorar objetos. La microscopía óptica permite una observación general de las técnicas constructivas y de la decoración del oro, mientras que la SEM posibilita una investigación más detallada a través de dos tipos de imagen en blanco y negro: imágenes de electrones secundarios (SE) e imágenes de electrones retrodispersados (BSE). Las imágenes SE dan una visión general de la superficie del objeto, mientras que las BSE acentúan las diferencias sutiles en la superficie topográfica y la composición (p. ej., marcas de herramientas). Esto es porque el contraste en la BSE se basa en las diferencias entre densidades: cuanto más pesado es un elemento, más claro aparece en la imagen. La SEM también está equipada con espectroscopía de rayos X de energía dispersiva, lo que permite conocer la composición química de las ligas.

Anillo de oro e imagen BSE de la cabeza de felino representada en él.

Imagen BSE de diseños de cincelado y estampado con cincel sobre un anillo de oro.

Los objetos fueron probablemente realizados por distintos artífices, y no tienen siquiera por qué proceder del mismo área, pero comparten todos la misma amplia datación, c. 500-300 a. C. A partir de nuestra investigación, determinamos que los plateros trabajaron las chapas e hilos de oro a mano para crear siete de los nueve objetos estudiados. Las chapas fueron batidas a martillo para conformarlas en las formas y grosor deseados a partir de pequeños rieles [lingotes] fundidos. Un trabajo posterior, en el anverso y en el reverso, creó los variados diseños tridimensionales a partir de la chapa plana. Los plateros tuvieron que realizar varios ciclos de batido a martillo y recocido hasta lograr en el metal la deformación deseada. Recocer el metal libera el estrés interno producido por el batido: la chapa de oro fue calentada a varios cientos de grados para recuperar su elasticidad y permitir continuar con la deformación y conformado sin romperse. Los hilos [o varillas] sólidas, como la cola del grifo del penacho o los aros de la traera de los tondos, también fueron conformadas a martillo en una sección circular a partir de un riel fundido. La cola de hilo del penacho es un buen ejemplo de las decisiones tomadas por el platero —su remate en forma de hoja está conformado directamente en el hilo, en lugar de en una pieza aparte unida mediante soldadura—.

Tondo con una cabeza de león, e imagen BSE de los diseños cincelados y estampados a cincel que presenta.

Los plateros podían utilizar una variedad de técnicas y herramientas para deformar a mano la chapa de oro: podían dar relieve a la chapa desde el reverso (una técnica llamada repujado) o desde el anverso (una técnica llamada cincelado). Ambas técnicas aparecen combinadas a menudo en una misma pieza, algo que ilustran bien los objetos de oro aquí estudiados. El cincelado también se aplica en la decoración golpeando suavemente con el martillo, a lo largo de la superficie de oro, cinceles de punta roma de diversas formas. Los cinceles mueven y presionan el oro a fin de trazar líneas de realce y patrones ornamentales. La evidencia de este tipo de estampaciones también se ve frecuentemente en estos objetos de estilo escita, para producir detalles decorativos más pequeños. Un cincel con forma especial fue estampado directamente sobre el anverso del metal para producir una forma decorativa única, que se repitió a menudo. El ejemplo más común de este tipo de estampación son las líneas de puntos, que están presentes en el anillo y el penacho en forma de grifo. Todas estas técnicas eran ampliamente conocidas y utilizadas por los plateros hacia el 500 a. C.*

Las dos excepciones son la pareja de brazaletes de oro macizo: estos fueron creados utilizando una técnica conocida como fundición a la cera perdida. Ésta supone crear un modelo en cera con todos los detalles necesarios, incluyendo los relieves de ojos, orejas, surcos y tabiques para incrustaciones. El modelo en cera se recubre entonces de arcilla, creando un molde que es el negativo exacto del modelo de cera original. El molde se calienta entonces para endurecer la arcilla y permitir que salga la cera derretida. Se da entonces la vuelta al molde y se vierte en su interior la liga de oro fundida. Cuando se ha enfriado el metal, se rompe el molde, extrayendo el objeto fundido de su interior. Normalmente, el platero repasaría después la pieza golpeando el metal directamente con los cinceles, para resaltar los detalles y darle mayor definición.

Brazalete de oro macizo fundido a la cera perdida e imagen BSE mostrando un detalle.

Imagen BSE de la decoración de uno de los brazaletes de oro macizo.

Este grupo de objetos muestra un amplio abanico en la composición de sus aleaciones, desde oro de pureza alta hasta electro rico en plata (el electro es una aleación de oro y plata presente en la naturaleza). El contenido en cobre varía desde niveles accidentales por su presencia natural en el oro sin refinar, hasta aleaciones con plata con contenido en oro. El cobre hace que el oro sea más duro y fuerte, y por tanto, más fácil de trabajar y dar forma. Las fuentes de oro antiguas, explotadas desde los primeros tiempos, suelen ser partículas de oro depositadas por el movimiento de las aguas y  localizadas en el lecho de los ríos —lo que se llama oro de aluvión—. Estas partículas de oro nativo no lo contienen en estado puro, y generalmente incluyen una porción de plata, como es el caso de la mayoría de las piezas aquí analizadas. Otra característica de los depósitos de oro de aluvión nativo es la presencia de diminutas y duras inclusiones de elementos del grupo del platino (EGP), que se han observado en la superficie de los objetos estudiados.

La amplia variedad de técnicas utilizadas para hacer estos objetos eran de uso frecuente en el primer milenio a. C. Por un estudio anterior que realicé sobre el tesoro de Oxus, sabemos que el cincelado, el estampado con cincel y el repujado fueron las técnicas predominantes utilizadas en piezas de estilo aqueménida. Parece, por el presente estudio, que el tipo de objetos investigados se realizaron utilizando los mismos métodos, a pesar de ser de un estilo diferente. ¿Quiere esto decir que un artífice aqueménido creó objetos de estilo escita, o que aplicaron las mismas técnicas en objetos similares? Puede que nunca lo sepamos, pero es planteando constantemente preguntas y sometiéndolas a prueba con estudios científicos como este que podemos comprender mejor el desarrollo de las técnicas artesanales de la antigüedad.

______________

Notas a la traducción:

* Aunque las técnicas sean básicamente las mismas en todas partes, los nombres a menudo cambian en cada idioma, y también la estructura en que las clasificamos; de hecho, eso a veces pasa en nuestro propio idioma dependiendo del siglo en el que nos movamos. Mongiatti habla aquí de tres tipos de trabajo realizados con cincel, que considera tres técnicas distintas: chassing, punching y repoussé, que he traducido respectivamente, por no alejarme mucho del espíritu del texto, como cincelado, estampado con cincel y repujado. Creo que sería mejor considerarlas como trabajos (o técnicas) diferentes englobadas dentro de la técnica del cincelado y repujado. El cincelado, es decir, el trabajo inciso que se realiza trazando las líneas con cincel, puede efectivamente aparecer por sí solo. También valdría llamar a este «trazado». El repujado, al menos que yo sepa, no aparece nunca en solitario, sino siempre junto al cincelado, que puede darse tanto antes como después, para terminar de perfilar la pieza (modelado). Por su parte, en el punching que describe se realiza estampando con un golpe seco el cincel , en lugar de arrastrándolo por la superficie como en el trazado. Tal vez aquí lo llamaría punteado, porque las marcas están, efectivamente, hechas con un cincel de punta redondeada, que deja una forma de perla; pero se pueden utilizar cinceles con puntas en diversas formas, como de trébol, flor, uña, etc. En la foto del tondo con la cabeza del león, donde señala que se utiliza también esta técnica, yo no logro ver indicios de ella. Es cierto que uno de los cinceles que se usa con frecuencia en este tipo de trabajos es el que llaman de pelotas, que es circular y cóncavo, de modo que deja una marca como de un botón o pelota; imagino que son los ojos y cejas los que dice realizados con esta técnica, y tal vez lo estén, pero en la fotografía da más bien la impresión de que estén trazados a mano alzada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.